FR.- Entre piedras, en las baldosas del patio, incluso en medio del asfalto crece la verdolaga, una verdura suculenta que contiene sorprendentes propiedades, como una extraordinaria resistencia o ser una de las mayores fuentes de vitamina A y de Omega 3 de entre los vegetales. También conocida como «nunca-muere», a continuación desgranamos sus orígenes, sus bondades y recogemos una receta marroquí que resalta todo su sabor. ¡Que aproveche!
La verdolaga (Portulaca oleracea), es una planta suculenta originaria de la India, Oriente Medio y sur de Europa que ha sido usada desde la antigüedad con fines alimentarios y medicinales. Ya era utilizada en la Antigua Grecia y en la medicina china. Según el Dioscórides interactivo, la verdolaga:
«tiene propiedad astringente; en cataplasma con harina de cebada, ayuda en dolores de cabeza, inflamaciones de ojos y otras, ardor de estómago, en la erisipela y en el dolor de vejiga. Comida, alivia de la dentera, del ardor de estómago e intestinos y del reuma. Dispone favorablemente los riñones que sufren de mordicación y la vejiga (…) es eficaz si se bebe contra las fiebres, los gusanos redondos, el esputo de sangre, la disentería, las almorranas y las mordeduras del sepedón. Se mezcla con utilidad para medicamentos de los ojos; es lavativa de intestinos con flujos y de la matriz mordicante. Es fomento, con aceite perfumado de rosas, para los dolores de cabeza por golpe de calor, detersivo con vino de las erupciones cutáneas de la cabeza y en cataplasma con harina de cebada se usa para heridas gangrenadas».
Por su parte, el naturalista romano Plinio mencionaba su uso como amuleto por sus propiedades medicinales:
«Una persona principal de Hispania (…) que por una insufrible enfermedad de la campanilla, trae siempre al cuello colgada de un hilo su raíz [de la verdolaga] excepto en los baños, y así se ha librado de todo daño»
Plinio el Viejo, Naturalis Historia en Wikipedia
Una de las principales características de la verdolaga es su resistencia. Esta capacidad de adaptación tal vez se deba a su capacidad de realizar la fotosíntesis por dos vías distintas en función de la cantidad de agua de la que dispone. Es de rápida propagación, sus semillas son muy longevas, flotan y resisten incluso al agua de mar. Es una de las especies vegetales más comunes en todo el mundo. Tan prolífica es que en castellano existe la expresión estar “como verdolaga en huerto”, que quiere decir, “a sus anchas”.
Diez propiedades medicinales de la verdolaga
Según BioMed Research International, la verdolaga contiene: Flavonoides, Alcaloides, Polisacáridos, Ácidos grasos, Terpenoides, Esteroles, Proteínas, Vitaminas y Minerales.
Además, de acuerdo con esta misma publicación, también tiene propiedades farmacológicas como actividades neuroprotectoras, antimicrobianas, antidiabéticas, antioxidantes, antiinflamatorias y antiulceogénicas.
A continuación desgranamos diez de sus propiedades, extraídas en la revista MejorconSalud:
1. Antiinflamatoria: gracias a sus alcaloides oleracona y oleracimina.
2. Antioxidante: Posee vitaminas A y C, vitamina E, flavonoides, alcaloides, betacarotenos y glutatión.
3. Aporta omega 3, que contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares y antiinflamatorias. De hecho es una de las mayores fuentes de estos ácidos grasos de todo el reino vegetal.
4. Ayuda a la salud cardiovasular: por su contenido en polifenoles y antioxidantes.
5. Antiulcerosa: Por su etanol. Se le han encontrado efectos beneficiosos contra la inflamación y la colitis ulcerosa.
6. Hipoglucemiante: Es decir, que ayuda a reducir de manera natural los niveles de azúcar en sangre.
7. Antimicrobiana: Se cree que podría ser útil contra algunas bacterias resistentes a los medicamentos.
8. Tiene efectos neuroprotectores.
9. Beneficiosa para la piel: Se le atribuyen propiedades cicatrizantes, antienvejecimiento y regeneradoras.
10. Combate el estrés oxidativo: Por sus compuestos antioxidantes.
También se la conoce como “nunca-muere”
El nombre de verdolaga procede del mozárabe berdiláqaš, y este del latín portulāca, influido por verde y el mozárabe yiláqa ‘aulaga’, según el diccionario de la RAE.
Es tan conocida que en la Península Ibérica es designada con una buena cantidad de nombres diferentes como “nunca-muere” seguramente por su resistencia, “lengua de gato” o “engaña-gochos». En Cataluña cuenta con una denominación similar, “verdalaga”, pero también se conoce como “ensiam de patena”. Los más empleados en el País Vasco son “ketorkia” y “getozka” y, por último, en Galicia y Portugal se denomina “baldroaga” o “beldroega”, según la Revista Quercus.
Usos culinarios en el mundo: la ensalada fattush con pan árabe
Además de todas estas propiedades, la verdolaga se come. Procedente de Asia Central, forma parte de la gastronomía de zonas tan distintas y distantes como Oriente Medio, norte de África o México. En Líbano, Siria o Turquía se usa para cocinar la ensalada llamada fattush, junto con pan árabe frito.
La receta de verdolaga que proponemos proviene de Marruecos. Se rehoga como si fueran espinacas o acelgas en aceite de oliva, con ajo, cilantro, comino, guindilla, pimentón dulce o picante, perejil, limón y sal. Como complemento final se le añaden aceitunas.
Se puede ver la preparación de esta receta en el siguiente vídeo de Cocina con Badia. ¡Que aproveche!