Fátima Martín.- “El problema del campo está ligado al neoliberalismo, y eso la extrema derecha no lo va a cambiar. (…) La demagogia y el populismo no son la respuesta a los problemas. Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace”. Se pronuncian así miembros de la Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC), entrevistados por FemeninoRural.com tras los resultados de las elecciones europeas en un año de fuertes movilizaciones del campesinado.
“El crecimiento de la extrema derecha no se puede obviar. Es una muy mala noticia para toda Europa. Dicen que nos defienden mucho, pero solo hay que ver lo que se vota en el Parlamento Europeo para tener claro si defienden a la pequeña y mediana agricultura o a otros intereses. Hay mucho populismo. El comisario europeo de Agricultura pertenece a un grupo de extrema derecha. [Janusz Wojciechowski, perteneciente al Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, junto con Hermanos de Italia, Vox, Reconquête o Ley y Justicia, entre otros]. Y cabría preguntarles: ¿Qué habéis hecho? ¿Cuánto han supuesto los cambios?”, declara Andoni García Arriola, miembro del comité coordinador de Vía Campesina Europa.
“Su programa político es poner a una parte del pueblo en contra de otra: mujeres, migrantes, colectivos con diversidad de género, etc. y no está dirigido contra la falta de esperanza del modelo neoliberal del capitalismo”
Morgan Ody, ECVC
La lectura de las elecciones europeas de Morgan Ody, también miembro del comité de coordinación de Vía Campesina Europea, es la siguiente: “Yo creo que este resultado tiene que ver con la crisis social muy profunda, la falta de perspectivas y futuro del campo. Creo que el voto en parte fue antisistema. Yo no pienso que esto signifique que todas las personas que han votado por la extrema derecha sean racistas, pero de manera naïf han pensado que es la única manera de cambiar las cosas. Es obvio que están muy confundidas. Al final, el problema del campo está ligado al neoliberalismo y eso la extrema derecha no lo va a cambiar. Su programa político es poner a una parte del pueblo en contra de otra: mujeres, migrantes, colectivos con diversidad de género, etc. y no está dirigido contra la falta de esperanza del modelo neoliberal del capitalismo”.
Y pone un ejemplo en Francia: “Le Pen siempre ha puesto la edad de jubilación en 60 años, como la izquierda, pero ahora, a punto de llegar al poder, ya no es su prioridad. Le Pen muestra una cara social, pero ahora dice que eso no va a ser posible. Está claro que son programas para ganar votos que han dado ilusión a mucha gente de clase trabajadora. Pero va a ser un programa antisocial como el resto de la extrema derecha”.
Para Morgan Ody, otro ejemplo lo ilustran los acuerdos de libre comercio: “Dicen que están en contra para proteger la soberanía alimentaria, dicen que van a priorizar el nacionalismo, pero están muy ligados a los intereses económicos del agronegocio, no va a ser su prioridad salir de los acuerdos de libre comercio.
En cuanto a la política que afecta a las mujeres, esta representante de la Vía Campesina Europea considera que una diferencia entre Francia y otros países como España o Italia es que en el país galo “el aborto no va a ser una prioridad, porque Macron lo metió en la Constitución y no creo que lo vayan a sacar. No son feministas, pero tampoco están en contra del divorcio”.
“Va a ser difícil para la extrema derecha unificarse a nivel europeo, porque en muchos temas se chocan”
Morgan Ody, ECVC
En este sentido, Morgan Ody señala que “tenemos que ver la diversidad de la extrema derecha de Europa. Existen diferentes caras de la extrema derecha pero no son exactamente iguales. Comparten el autoritarismo, el nacionalismo, etc. Pero en geopolítica son diferentes. Va a ser difícil para la extrema derecha unificarse a nivel europeo, porque en muchos temas se chocan. Tampoco creo que vayan a atacar los intereses económicos en esa dicotomía naciona-internacional. Respecto a la gran distribución, creo que su política va a ser muy similar a la de Macron, neoliberal a favor de los intereses capitalistas”.
“Nos engañamos si pensamos que cerrando fronteras y no abordando la desregulación, el poder de la industria o la distribución se va a arreglar algo. Si eso no se regula, da igual. O proteges los precios del poder de la industria, o estamos autoengañándonos”
Andoni García Arriola, ECVC
“Por el contrario – añade Morgan Ody – en la Vía Campesina defendemos el internacionalismo como la soberanía de todos los pueblos que luchamos juntos”. En la misma línea se pronuncia Andoni García: “Desde Vía Campesina pensamos que la agricultura y la alimentación no pueden estar en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para la especulación de los mercados. Pero no decimos que no haya comercio, sino que tiene que respetar la soberanía alimentaria, definida como lo hace la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Campesinos, como la capacidad que los países tienen que tener para decidir sobre sus políticas agrarias y alimentarias, con base en la pequeña y mediana agricultura, en la agricultura familiar”.
Andoni García Arriola contrapone esta idea de la soberanía alimentaria al cierre de las fronteras y hace hincapié en que “lo que hay que abordar es la cuestión de fondo, que es quién determina que el precio al agricultor esté hundido y al consumidor sea abusivo. Nos engañamos si pensamos que cerrando fronteras y no abordando la desregulación, el poder de la industria o la distribución se va a arreglar algo. Si eso no se regula, da igual. O proteges los precios del poder de la industria, o estamos autoengañándonos”, sostiene.
“Si no se afronta que es imposible competir a los precios mundiales, serán las grandes empresas, fondos de inversión, grandes fortunas las que estarán acaparando la producción, la tierra y el agua. Por ejemplo, en España”
Andoni García Arriola, ECVC
En un año marcado por las movilizaciones del campo en varios países de la unión, desde Vía Campesina Europea esperan del nuevo Parlamento Europeo cambios en unas políticas que, en su opinión, van hacia modelos agrícolas más industrializados, a gran escala. “Si no se afronta que es imposible competir a los precios mundiales, serán las grandes empresas, fondos de inversión, grandes fortunas las que estarán acaparando la producción, la tierra y el agua. Por ejemplo, en España. La UE no es etérea, los países están decidiendo que su modelo agrícola vaya hacia la industrialización. Si no hay cambios en las políticas agraria, comercial y de la alimentación, cuando hay que afrontar retos climáticos, alimentarios o energéticos, o se hace, o las contradicciones son brutales”, advierte Andoni.
Por ejemplo, respecto al Pacto Verde y De la granja a la mesa, desde Vía Campesina demandan que tienen que tener instrumentos concretos en manos de las personas que se dedican a la agricultura en Europa para que se pueda dar una transición. “Pero esto no es lo que ocurre. De ahí todo el malestar y las movilizaciones. Las políticas agrarias no responden sin instrumentos, sin precios que cubran los costes, sin ayudas…”, explica Andoni.
Y añade: “Luego hay que cumplir exigencias a mayores desde el punto de vista económico y hay muchas dificultades. La renta agrícola está al 50% de la del resto de la población. Y no llegamos con más exigencias, más inversiones y la competencia es hundir el precio y tú tienes que competir. Las grandes empresas hacen importaciones en momentos puntuales que hunden los precios. Sabemos cuando vendemos quién compra, a veces las empresas, otras la distribución, sabemos que tienen mucho poder y que además lo imponen. Eso es lo que está determinando qué pasa con el futuro de los agricultores. Ahora hay más herramientas para imponer la bajada de precios, pero hay que abordar el fondo y lo podemos hacer en cada país o a nivel de la UE. Tampoco se puede pretender proteger internamente y que tú quieras ocupar el mercado mundial. Hacen falta unas reglas de respeto de precios en origen y destino”.
“No vemos disociación entre campesinado y el conjunto de la ciudadanía. Vamos de la mano. Somos un conjunto. Eso de intentar dividirnos no es bueno ni alimenta”.
Andoni García Arriola, ECVC
A nivel político, Andoni García recalca que La Vía Campesina es independiente, pero matiza: “La clave es que los partidos que defienden los derechos humanos en la UE y en toda la humanidad son los que tienen que abordar las políticas. La guerra se tiene terminar. Todo esto está ahí y hay una mayoría que responde y está en la defensa de los derechos humanos, los derechos de las personas migrantes, de las mujeres, del colectivo LGTBIQ+, todos esos derechos son los que esperamos que tengan claro en el nuevo parlamento y que respondan a las movilizaciones de los agricultores. Porque el malestar, la impotencia, la insatisfacción de las movilizaciones tienen que tener una respuesta y la demagogia, el populismo o el caos se alejan de la respuesta. Hacen falta más agricultores en Europa, más mujeres, y que la producción esté más distribuida. Y para ello se necesita abordar los precios, regular los mercados, el acceso a la tierra y poner en el centro a las personas agricultoras. Esa es la clave. Y ahora mismo están siendo los modelos de escala los que están expulsando a lo/as agricultore/as en toda Europa”. Para terminar, este representante de la Coordinadora Europea Vía Campesina hace una afirmación contundente: “No vemos disociación entre campesinado y el conjunto de la ciudadanía. Vamos de la mano. Somos un conjunto. Eso de intentar dividirnos no es bueno ni alimenta”.
Prioridades de La Vía Campesina Europea para el nuevo período legislativo
Hay que defender los derechos de todos lxs trabajadorxs de este sector. Rechazamos la falsa oposición entre lxs agricultorxs y lxs trabajadorxs agrícolas: romper la espiral de precios bajos y desregulación del mercado es la manera en la que mejoraremos las condiciones de trabajo y pagaremos a todos los que producen alimentos”
ECVC
Precisamente, la Vía Campesina Europea ha hecho público un comunicado de valoración de las elecciones europeas en el que recuerda las manifestaciones que ha protagonizado y señala cómo el campo ha ocupado un lugar central en la reciente campaña electoral europea, “con casi todos los grupos políticos haciendo promesas de utilizar la política europea para garantizar que lxs campesinxs obtengan ingresos decentes”.
En dicho comunicado, que demanda ingresos justos y relevo generacional, la ECVC reclama a los responsables políticos que se ocupen de las importantes crisis sociales de las zonas rurales y de fomentar la solidaridad y el entendimiento entre las zonas urbanas y rurales y deconstruir la actual retórica polarizadora. Esto debe centrarse en garantizar precios más justos, mejores condiciones de trabajo y un comercio agrícola internacional basado en la soberanía alimentaria. “Sin ingresos justos, no será posible lograr la necesaria transición agroecológica sostenible y otras propuestas legislativas relacionadas con la agricultura no serán efectivas para mejorar la posición de lxs campesinxs porque no se ha abordado la raíz del problema”, sostiene.
Asimismo, manifiesta su preocupación por el apoyo obtenido por la extrema derecha en varios países europeos. “Recordamos que lxs trabajadorxs migrantes proporcionan una gran parte del trabajo remunerado en el sector agrícola y de procesamiento de alimentos, muy a menudo con condiciones de trabajo difíciles y salarios bajos. Hay que defender los derechos de todos lxs trabajadorxs de este sector. Rechazamos la falsa oposición entre lxs agricultorxs y lxs trabajadorxs agrícolas: romper la espiral de precios bajos y desregulación del mercado es la manera en la que mejoraremos las condiciones de trabajo y pagaremos a todos los que producen alimentos”, defiende.
En esa nota de prensa, ECVC comparte su documento de prioridades para el nuevo período legislativo1:
- Garantizar precios justos que cubran los costes de producción y condiciones de trabajo dignas a través de la regulación del mercado y las políticas públicas europeas que apoyen a lxs campesinxs y trabajadores agrícolas.
- Poner fin a los tratados de libre comercio, aplicando un nuevo marco comercial europeo basado en la solidaridad y la soberanía alimentaria.
- Garantizar que todas las políticas europeas respeten la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales, que incluye disposiciones para proteger los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales en relación con el nivel de vida, las semillas, la tierra y el territorio, los conocimientos y prácticas agrícolas tradicionales y la diversidad biológica, entre otros.
- Trabajar en una nueva directiva europea sobre la tierra para permitir el relevo generacional en la agricultura
El punto de partida debe ser garantizar que la venta de productos agrícolas por debajo del coste de producción sea ilegal en toda Europa. Esto debería hacerse durante los tres primeros meses del nuevo mandato de la UE; Los Estados miembros y el Parlamento Europeo deberían añadir la venta con pérdidas y precios por debajo del coste de producción a la lista negra de las prohibiciones de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales, mediante un procedimiento de urgencia.
Notas al editor
–Lea las recomendaciones de ECVC sobre el fortalecimiento de la Directiva sobre prácticas comerciales desleales.
–Lea las recomendaciones de ECVC sobre el Observatorio de la Agricultura y la Cadena Alimentaria.
–Lea las recomendaciones políticas de ECVC para las elecciones de la UE y el proceso legislativo
1Coordinadora Europea Vía Campesina. (19/06/2024). Los responsables políticos europeos deben abordar las preocupaciones de lxs campesinxs sobre ingresos justos y relevo generacional.
Imágenes: Coordinadora Europea Vía Campesina