¿Está aprovechando la Junta de Castilla y León la pandemia de coronavirus para acometer su plan previo de cerrar consultorios de salud rurales? Esta preocupante sospecha se extiende a lo largo y ancho de la comunidad, especialmente en las zonas rurales, claro ejemplo de la España vaciada, dispersa geográficamente, despoblada, envejecida y muy castigada por la oleada de muertes provocada por la COVID19, ante una gestión sanitaria más que cuestionable, dados los escasos recursos con los que ya contaba y las crueles decisiones adoptadas, como la no asistencia hospitalaria a los mayores.

“Nuestro pueblo, como otros más de 3.200 pueblos de Castilla y León, se ha quedado sin médico. La causa esgrimida para el cierre de los consultorios rurales es la COVID19, pero lo cierto es que el modelo que se está aplicando en esta desescalada de la pandemia en nuestra comunidad es sospechosamente idéntico a los planes de reestructuración de la sanidad rural anunciados por la Junta hace meses: Se argumenta que es imposible adaptar los consultorios a los requerimientos de seguridad que marca la pandemia y, sin buscar otras opciones, se cierran, dejando sin atención a sus usuarios. Mientras a empresas y particulares se nos exige adaptar nuestras vidas, nuestras empresas y nuestros presupuestos a esta nueva realidad, pero para este servicio esencial no están dispuestos a moverse. La consejera de Sanidad ha afirmado que “no se abrirán hasta que no haya garantías de seguridad”, las mismas garantías que sí se nos exigen a empresas y ciudadanos para volver a la nueva normalidad…”, denuncian desde Emprende en mi pueblo, colectivo de emprendimiento rural de la localidad segoviana de Cerezo de Abajo, que han lanzado la campaña #ConsultoriosAbiertosYa.

Verónica Casado, consejera de Sanidad (Cs), de mejor médica de familia del mundo a “cierrapueblos”

Ya en noviembre de 2019, la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, en manos de Verónica Casado, de Ciudadanos, propuso un ‘Nuevo modelo de asistencia sanitaria en el medio rural’. En su documento marco, ya planteaba “acometer una reordenación de los recursos en cada Zona Básica de Salud zona a zona”, “agrupar consultorios, potenciar y ajustar el transporte a la demanda”, “favorecer la implementación de nuevos modelos de atención como la consulta telefónica, sin que sustituyan la atención presencial”, “concentrar la asistencia en los Puntos de Atención Continuada”…

En referencia a la población envejecida y con enfermedades crónicas, este nuevo modelo planteaba algo escalofriante a la luz de lo sucedido tras el paso de la epidemia: “… Dirigir los esfuerzos a evitar desplazamientos e ingresos hospitalarios innecesarios”. También preveía que el tiempo de desplazamiento desde las localidades a los consultorios rurales de agrupación pudiera llegar a los 30 minutos. Tiempo suficiente para que cualquier enfermo de urgencia muera por el camino. Entre los beneficios del nuevo modelo, la Consejería de Sanidad, a través de la Gerencia Regional de Salud, incluía que “reduce la necesidad de desplazarse al Centro de Salud para la realización de algunos procedimientos que podrán hacerse en los centros de agrupación”.

Cuando a finales de 2019, la oposición se enteró de este nuevo modelo sanitario, no dudó en tildar a la consejera ciudadana, Verónica Casado, médico de profesión y otrora considerada mejor médica de familia del mundo, de “cierrapueblos”. Así la calificó el PSOE de Castilla y León, cuyo procurador Diego Moreno consideró el plan “injusto y cruel” y reprochó a la Junta pensar solo en su cuenta de resultados, teniendo en cuenta que suponía cerrar seis de cada diez consultorios médicos, lo que suponía que 150.000 castellanos y leoneses dejaran de tener médico en sus pueblos.

La realidad del coronavirus ha superado con creces la ficción. La sanidad rural de Castilla y León ya arrastraba graves carencias antes de la COVID19. La gestión de la pandemia ha revelado decisiones que han costado la vida a miles de personas, como la orden de la Gerencia Regional de Salud de la Junta de no trasladar ancianos de las residencias a hospitales durante el pico de la pandemia, según publicó ‘eldiario.es’.

UCCL: “Es precisamente ahora cuando debe fortalecerse la estructura del sistema sanitario rural”

Ahora que se ha anunciado el reparto de miles de millones de euros entre las CCAA, en su mayoría destinados a la Sanidad y la Educación, son muchas las voces que claman por fortalecer el sistema público de salud. Una de ellas es la de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), para quien la situación generada por el COVID19 ha puesto de manifiesto todas sus carencias.

“Es, por tanto, ahora cuando toca fortalecerlo y dotarlo de recursos para evitar que nos veamos avocados de nuevo a situaciones como las que se han vivido durante los peores días de la pandemia. Precisamente la atención primaria, a vista de todos los expertos se ha revelado como el sistema más eficiente para la detección y prevención frente a esta pandemia y otras enfermedades o episodios de este tipo que pudieran surgir. La debilidad del sistema de atención primaria ha provocado que el sistema hospitalario se haya colapsado. Por tanto es un error no fortalecer esta atención primaria que luego perjudica a la red hospitalaria y de especialidades”, consideran.

“El anuncio de cierre de consultorios en el medio rural optando mayoritariamente por la teleasistencia, no es precisamente el mejor modo de fortalecer el sistema sanitario público, sino una forma evidente de desmantelamiento por la puerta de atrás de prestación del servicio en un medio que ya viene sufriendo carencias muy importantes con respecto al medio urbano, y que se sumará a la ya acentuada brecha digital, de infraestructuras, educativa, asistencial, y cultural que sufren los habitantes del medio rural”, añaden desde UCCL.

Para esta organización, “precisamente el medio rural, caracterizado por la despoblación, se ha revelado durante esta pandemia como el entorno más seguro para evitar la propagación del virus, y se está detectando cómo las gentes de las ciudades están valorando su traslado a este entorno, no sólo como opción vacacional sino también como forma de vida”.

Y se adelantan a algo que sucede todos los años por estas fechas: “A nuestros pueblos acudirán los veraneantes, y este año incluso más personas optarán por el medio rural ante la imposibilidad de realizar otro tipo de vacaciones o por la seguridad que ofrece un entorno menos poblado. ¿ No sería precisamente ahora mucho más necesario fortalecer las estructuras sanitarias rurales? Contra toda lógica, proponen el cierre de consultorios rurales. Mucho nos tememos que éste sea un primer paso que se consolide en el tiempo, pues ya antes de la pandemia, se venía trabajando desde la Consejería de Sanidad en un nuevo sistema de atención primaria en el medio rural, que encubría precisamente el desmantelamiento por la puerta de atrás de consultorios al que hacíamos referencia”, reiteran.

Desde la Unión de Campesinos de Castilla y León exigen que sea ahora cuando se trabaje en la consolidación de un sistema sanitario para el medio rural que garantice la asistencia presencial y continuada a sus habitantes.

“Nuestros políticos deciden poner un clavo más en el ataúd de la España Vaciada”

En la misma línea, el colectivo de Emprende en mi pueblo apunta que “lo sucedido en los últimos meses con la pandemia que ha asolado el mundo, indirectamente ha vuelto los ojos hacia nosotros. Es seguramente el único momento en el último siglo en el que los pueblos se han vuelto atractivos y están suscitando el interés de nuevos pobladores; una posibilidad única de frenar la tendencia que sangra las zonas rurales. Sin embargo, nuestros políticos deciden poner un clavo más en el ataúd de la España Vaciada restando poco a poco servicios y derechos de quienes osamos vivir en estas zonas”.

También ellos prevén que “la población veraniega en nuestros municipios se multiplicará por seis” y que el turismo interior y los movimientos de entrada y salida de las ciudades crecerán este verano. “¿Cómo serán capaces los centros de salud de asumir todas las potenciales emergencias que tenga nuestra comarca? ¿Cómo van a poder atender a los enfermos crónicos y las patologías comunes, si a la vez tienen que estar atentos al control de la pandemia y a las urgencias que puedan pasar? ¿Seguro que la mejor forma de protegernos es cerrando servicios?”, se preguntan.

Por una sanidad rural digna y de calidad