La Comisión Europea acaba de anunciar que Estados Unidos vuelve a permitir las importaciones de vacuno desde la Unión Europea, pero sólo abre su mercado a la carne que proceda de Holanda. Esta medida se produce durante la presidencia holandesa del Consejo de la UE, que comenzó en enero de 2016 y durará hasta junio. ¿Casualidad? Durante este periodo está previsto que la Comisión Europea actualice la regulación de los transgénicos dentro de la UE. Se hará bajo la presidencia del Consejo de un país, Holanda, que ha presionado en Bruselas para desregular una nueva generación de peligrosos transgénicos. Como telón de fondo, las opacas negociaciones que mantienen EEUU y la UE sobre libre comercio como el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP).

 

Presidencia holandesa de la UE 2016. Imagen: http://english.eu2016.nl/

Presidencia holandesa de la UE 2016. Imagen: http://english.eu2016.nl/

Precisamente a este tratado hacía referencia la comisaría de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, en la página web de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea donde se anunciaba la noticia: “En estos tiempos en los que estamos trabajando duro para construir una nueva colaboración para el comercio y la inversión, mantener viejos e innecesarios obstáculos no tiene sentido”, dijo.

 

Por su parte, el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, dio la bienvenida a este movimiento y deseó que “EEUU actúe ahora de manera expeditiva para extender la aprobación a todas las importaciones desde la UE”. Phil Hogan, comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, añadió que “desbloquear barreras técnicas a las exportaciones es parte de nuestra ofensiva diplomática para impulsar las exportaciones y encontrar nuevos mercados para los productores europeos”.

 

Holanda es el tercer país europeo cuyo vacuno accede al mercado de EEUU, tras Irlanda y Lituania

 

Tras Irlanda y Lituania, Holanda es el tercer país de la UE que vuelve a acceder al mercado de EEUU desde la prohibición relacionada con la EEB (Encefalopatía Espongiforme Bovina), más conocida como la enfermedad de las vacas locas.

 

“La apertura  de EEUU al vacuno holandés envía una señal positiva a los productores en otros lugares de la UE que están esperando el fin de estas desproporcionadamente estrictas y duraderas medidas restrictivas del comercio norteamericano”, ha publicado la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea.

 

EEUU, presunto adalid global del librecomercio, tiene cerrado su mercado a la UE desde enero de 1998, cuando EEUU introdujo restricciones a la importación de vacuno, ovino, caprino y sus productos, como consecuencia de la enfermedad de las vacas locas. Para la Comisión Europea, “estas medidas fueron más allá de las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud Animal (OIE)”, insiste en que “la carne de vaca de la UE es segura” y concluye aconsejando que, dado el alto nivel de seguridad alimentaria que garantiza la Unión, “los sectores agroalimentarios deberían ser capaces de sacar provecho”.

 

La presidencia del Consejo de la UE debería actuar como “intermediario fiel y neutral”

 

Entre los cometidos de la presidencia del Consejo de la UE figuran “impulsar los trabajos del Consejo referentes a la legislación de la UE (…) garantizando la cooperación entre los Estados miembros. Para ello, la presidencia tiene que actuar como intermediario fiel y neutral”.

 

La presidencia trabaja en estrecha coordinación con el presidente del Consejo Europeo -el conservador polaco Donald Tusk, quien recientemente recomendó a los refugiados que no vinieran a Europa- y con la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. En ocasiones, puede pedírsele que desempeñe determinadas funciones en nombre de la alta representante, como presidir el Consejo de Asuntos Exteriores cuando se traten cuestiones de la política comercial común.

 

La presidencia neerlandesa asegura que se va a centrar en ámbitos como migración y seguridad internacional -nótese cómo une ambos conceptos-, una zona del euro fuerte y Europa como factor de innovación y creación de empleo, lo cual incluye el deseo de Holanda de que la UE “concluya los acuerdos comerciales con garantía de futuro”.