“El informe que la Comisión Europea acaba de presentar puede ser considerado como una provocación por el millón de ganaderos que venden desde meses su leche a precios inferiores a los costes de producción”, defendió la Coordinadora Europea Vía Campesina en la Comisión Agrícola del Parlamento Europeo, en Bruselas, el pasado 21 de julio.

“La crisis láctea europea va conducir a un desastre social y territorial si la Unión Europea no toma urgentemente las medidas necesarias por controlar la producción, aumentar el precio a la producción y distribuir mejor la producción”, advirtió la Vía Campesina.

Financiar el abandono de la producción, como proponen la Comisión y la ministra italiana, “un error social, económico y para el medio ambiente”

Según ha indicado la organización en una nota, “permanecer en el marco del chequeo médico no solamente no soluciona de ningún modo la crisis, sino va a empeorarlo. Financiar el abandono de la producción como proponen la Comisión y la ministra italiana es en primer lugar un error social, ya que un tejido de pequeñas y medias explotaciones lácteas está en el centro de la vida y del desarrollo rural de numerosas regiones. Es a continuación un error económico, ya que no son las más grandes explotaciones las más competitivas, y numerosas de entre ellas están en dificultad. Es por fin un error para el medio ambiente y el clima, ya que las explotaciones industrializadas consumen mucha soja importada y producen más metano”.

A continuación se enumeran las medidas que la Coordinadora Europea Vía Campesina propone para salir de la crisis. Deben ser tomadas conjuntamente:

1) Reducir la producción ahora. Si se quiere mantener un máximo de productores, en su mayoría pequeños y medianos, será necesario diferenciar la reducción de la producción. Los pequeños productores no deben sufrir disminuciones de producción.

2) Mantener un control público de la producción. Los productores deben movilizarse para instar a la UE a que anule la decisión de 2003 de abandonar las cuotas en 2015. Las cuotas deberían mejorarse y dejar de ser comercializables.

3) Garantizar una renta suficiente a todos los productores de leche, algo sólo posible a través de un control, de una mejor distribución de la cuota y de un precio mínimo de compra por parte de las industrias lácteas.

4) Suprimir las restituciones a la exportación, la forma más visible de dumping hacia los terceros países. Hay que poner en entredicho la obligación de importar productos lácteos y el acuerdo agrícola de la OMC de 1994. Es necesario intercambiar el deber de parar el dumping por el derecho de poder protegerse de las importaciones a bajo precio.

5) favorecer una producción láctea más autónoma, mas ahorrativa, menos dependiente de la soja importada, y favorecer la producción lechera a base de forrajes locales y pastos permanentes (será bueno para el clima y la biodiversidad).

6) Desde el punto de vista de 2013, es necesario desarrollar una nueva política láctea en una PAC donde el marco de la OMC se sustituya por el de la soberanía alimentaria, algo indispensable para hacer frente a los retos de la crisis sistémica actual.

Información vista en: Coordinadora Europea Vía Campesina

Imagen: Tierra.org