A los niveles inaceptables de pobreza, cambio climático, desigualdad de género y déficit de financiamiento al desarrollo que ya enfrentaba el mundo el año pasado, hay que añadir ahora la caída de ingresos y la inseguridad alimentaria provocados por la pandemia de COVID19, según ha afirmado el secretario general de las Naciones Unidas. António Guterres dio dos datos muy preocupantes: La pérdida de 400 millones de empleos en el segundo trimestre de 2020 se traducen en la mayor caída de los ingresos per cápita desde 1870; y 265 millones de personas sufrirían inseguridad alimentaria para fin de año, cifra que duplica a la población afectada por ese lastre antes de la crisis. “En un momento en el que necesitamos desesperadamente ir hacia adelante, el COVID19 nos puede atrasar años, incluso décadas, dejando a los países con retos fiscales masivos y crecientes. La crisis nos aleja aún más de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, recalcó.


El Secretario General de las Naciones Unidas afirmó el 14 de julio que la crisis generada por la pandemia de COVID19 está teniendo efectos devastadores debido a las fallas pasadas y presentes del mundo en materia de desarrollo. “Hoy no voy a decirles que todo está bien. (…) Necesitamos ser honestos”, reclamó a los participantes en el segmento ministerial del Foro Político de Alto Nivel que revisa los avances hacia las metas de la Agenda 2030.


António Guterres consideró que los países todavía no están tomando en serio los Objetivos de Desarrollo Sostenible y citó, por ejemplo, la falta de solidaridad y de cooperación internacional efectiva. A estos flagelos se suma hoy el desafío masivo global que plantea la pandemia del coronavirus, agregó.


Estar a la altura


No obstante el actual escenario, aseveró que se puede cambiar el rumbo y tomar la dirección adecuada si se invierte en salud, resiliencia, educación, protección social y servicios básicos como agua potable y saneamiento.


El Secretario General también se dijo alentado por la respuesta a la crisis de los gobiernos, los socios internacionales, el sistema de las Naciones Unidas y los trabajadores sanitarios de todo el mundo, así como de los actores comunitarios que se han movilizado para atender a los necesitados. Destacó igualmente las voces de los jóvenes, el activismo de la sociedad civil y el poder de innovación y adaptación de los empresarios.


Según Guterres, la sacudida que la crisis está dando al mundo puede ser una oportunidad para instaurar un multilateralismo incluyente y efectivo, además de dar pie a que se rompa con los enfoques y prejuicios del pasado.
En este sentido, abogó una vez más por la implementación de un paquete de rescate equivalente a un mínimo del 10% del Producto Interno Bruto mundial.


“Es esencial contar con mecanismos de solidaridad para garantizar que el mundo en desarrollo se beneficie, y esto incluye que haya niveles adecuados de condonación de deuda. (…) Tenemos que estar a la altura de la situación”, enfatizó el líder de la ONU.


Década de recuperación


El presidente de la Asamblea General, por su parte, se dirigió a los participantes del cónclave virtual para subrayar que “la humanidad no puede sobrevivir las múltiples crisis que afronta si no trabaja en conjunto y con respeto a todos los pueblos y toda la vida del planeta”.
Tijjani Muhammad-Bande sostuvo que la década planeada para impulsar el desarrollo se convirtió en un decenio de recuperación.


La Asamblea General proclamó en septiembre del año pasado la Década de Acción para el Desarrollo Sostenible con la intención de acelerar los planes encaminados al cumplimiento de las metas de desarrollo en vista de la falta de avances tangibles en muchos países.


En opinión de Muhammad-Bande, los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben ser el corazón de las estrategias gubernamentales para proteger a las comunidades de futuros cheques por medio de la construcción de estructuras económicas y sociales resilientes.


Agregó que la comunidad internacional debe reconstruir mejor y aumentar sus ambiciones de crear el futuro que el mundo desea.


Entre los oradores del Foro estuvieron la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, la presidenta del Consejo Económico y Social, Mona Juul, y representantes de la juventud.

Imagen: ONU Mujeres/Fahad Kaizer Trabajadoras de programas de desarrollo en Dhaka, Bangladesh, entregan asistencia a una mujer durante la pandemia de COVID-19.