La Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC) ha advertido en un vídeo sobre la peligrosa narrativa que los actores empresariales están construyendo por parte de en torno a las proteínas cultivadas en laboratorio, también llamadas engañosamente “carne de laboratorio” o “carne celular”. El vídeo arroja luz sobre el punto de vista del campesinado respecto a este producto no probado y poco testado que, asegura, «podría colarse en nuestros platos en los próximos meses».
Según ECVC, las proteínas cultivadas en laboratorio son una amenaza directa a la soberanía alimentaria, es decir, al derecho de todos los ciudadanos a definir su propio sistema agrícola y alimentario. Forma parte de la misma carrera hacia la industrialización de la agricultura y la alimentación liderada por los intereses empresariales que tanto daño está causando a la salud pública, al medio ambiente, al empleo rural y a la vida de las zonas rurales.
Según afirma Morgan Ody, agricultora de Bretaña y miembro del comité de coordinación de ECVC: “Se están utilizando fondos públicos europeos para promover estos productos, pero no se han celebrado debates públicos. Se apuesta por una producción industrial de alimentos, concentrada en manos de unas pocas empresas, lo que es extremadamente peligroso para la soberanía alimentaria”.
Como se explica en la hoja informativa publicada con el vídeo, ECVC apoya la necesidad de reducir el impacto medioambiental de la agricultura industrial y los sistemas alimentarios, pero subraya que las soluciones tecnológicas, como las proteínas cultivadas en laboratorio, no servirán para ello.
En lugar de ello, debería llevarse a cabo una verdadera transición hacia la agroecología campesina y la soberanía alimentaria, y que se promueva la agricultura a pequeña y mediana escala, los derechos de lxs campesinxs y la regulación del mercado.
Dentro de esta transición, la ganadería campesina sostenible es una práctica agroecológica necesaria. Es la agricultura industrial, dirigida por las empresas, la que no garantiza los derechos de los animales, mientras que la ganadería agroecológica a pequeña escala es fundamental para garantizar que nuestro sistema agrícola sea coherente y sostenible desde el punto de vista ecológico, económico y social.
Por lo tanto, hay que centrarse en aplicar una política que apoye una transición agroecológica hacia la ganadería a pequeña escala y alejarse de las explotaciones industriales a gran escala. Para lograrlo, la UE debe aplicar el principio de precaución sobre las proteínas cultivadas en laboratorio y prohibirlas en el mercado.
ECVC no es la única organización que advierte de los peligros y límites de las proteínas cultivadas en laboratorio. El último informe publicado por IPES FOOD The Politics of Proteins (Proteínas y política) arroja luz sobre las generalizaciones engañosas que dominan el debate público sobre la carne y las proteínas, y advierte de los riesgos de caer en este tipo de arreglos tecnológicos de la carne.
Tras años de políticas públicas que fomentan las prácticas de degradación, las necesidades de los productores y consumidores de alimentos deben volver a situarse en el centro de las políticas públicas, en lugar de en los intereses de las grandes empresas.
Ver el video en inglés con subtítulos en español o en francés. Leer el documento en EN, FR o ES.
Fuente: Eurovia.org