La mayoría de las personas más ricas del mundo son hombres, mientras que la mayoría de las más precarias, mujeres. Así se desprende del reciente informe sobre desigualdad que Oxfam hizo público dos días antes del inicio del Foro de Davos de 2016. “De las 500 personas más ricas del mundo, 445 son hombres. (…) La mayoría de los trabajadores peor remunerados del mundo son mujeres”, dice literalmente el estudio.

 

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Titulado ‘Una economía al servicio del 1%. Acabar con los privilegios y la concentración de poder para frenar la desigualdad extrema’, el informe muestra cómo la desigualdad afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Como ejemplo, asegura que de las 62 personas más ricas del mundo, 53 son hombres y tan solo 9 son mujeres. “La mayor desigualdad de ingresos condiciona el acceso de las mujeres a servicios sanitarios, educación, participación en el mercado laboral y representación en las instituciones”, advierte.

Oxfam (Oxfam Intermón en España) también señala que “la situación de las mujeres es especialmente desventajosa, dada su escasa representación en puestos de liderazgo y su presencia mayoritaria en sectores mal remunerados, así como en la economía informal y en el invisible trabajo de cuidados no remunerado”.

Los cuidados no remunerados no se reducen con la participación de las mujeres en el mercado laboral

“De media, las mujeres dedican al trabajo no remunerado aproximadamente 2,5 veces más tiempo al día que los hombres” informa. Y añade que “existen estudios que demuestran que la carga de trabajo de cuidados no remunerado realizada por las mujeres no se reduce a medida que éstas aumentan su participación en el mercado laboral”.

Además, las mujeres tienen más dificultades que los hombres para encontrar un empleo digno. En 2014, el 84,3% de las mujeres del África subsahariana se encontraban en situación de empleo vulnerable (incluyendo el trabajo doméstico no remunerado), frente al 70,1% de los hombres. En muchas regiones en desarrollo, el 75% del empleo femenino es de carácter informal.

Por si fuera poco, el menor nivel salarial de las mujeres también tiene un efecto acumulativo a lo largo de sus vidas, que se traduce en una mayor inseguridad general, debido a que tienen menos ahorros y menores pensiones disponibles cuando son mayores.

La brecha entre ricos y pobres continúa aumentando en el Estado español

El informe también afirma que “se ha demostrado que la brecha salarial entre hombres y mujeres es mayor en sociedades más desiguales”. Algo que se hace especialmente sangrante en el Estado español, donde la brecha entre ricos y pobres ha continuado aumentando.

Según Oxfam, “en España, el 1%  de la población concentra más riqueza que el 80% más pobre. En 2015, mientras el patrimonio de las 20 personas más ricas del país se incrementó un 15%, la riqueza del 99% restante de la población cayó un 15%. Los presidentes de las empresas del IBEX35 cobran ya 158 veces más que un trabajador medio”. Para esta organización no gubernamental de cooperación para el desarrollo (ONGD), “el incremento de la desigualdad en nuestro país se debe principalmente a la combinación de una enorme brecha salarial con un sistema fiscal regresivo que grava poco a los que más tienen”.

Por eso el informe critica la fuga de recursos hacia los paraísos fiscales por parte de grandes empresas y élites económicas. En concreto, ofrece el escalofriante dato de que “la inversión desde España hacia paraísos fiscales creció un 2000% en 2014”. Oxfam denuncia que con lo que se pierde con esta fuga se podrían financiar políticas públicas como garantizar la atención a más personas en situación de dependencia, teniendo en cuenta que 400.000 están en lista de espera, y hace un llamamiento para que en los primeros cien días de gobierno se ponga en marcha una Ley contra la Evasión Fiscal que contribuya también a nivel global a que esta era de los paraísos fiscales llegue a su fin.

En el sector financiero, los hombres ganan un 22% más que las mujeres con perfiles similares

Uno de los sectores que más contribuyen a agravar la desigualdad y a ampliar la brecha salarial entre hombres y mujeres es el financiero, donde los hombres ganan un 22% más que las mujeres con perfiles similares. Además, siempre según el informe de Oxfam, las mujeres son las mayores perjudicadas cuando el sector financiero no se adapta a sus necesidades.

Dicha desigualdad financiera también se hace extensible a las grandes empresas que cotizan en las bolsas de todo el mundo. Así, sólo 22 de los presidentes de las empresas cotizadas en el índice S&P 500 son mujeres. Del mismo modo, tan solo hay 24 mujeres entre los presidentes de las compañías que figuran en la lista Fortune 500.